13/4/17

VIAJE A HUELVA. OS VOY A CONTAR UN CUENTO.


Los protagonistas de este relato, son un grupo de personas que querían conocer Huelva, no solo la ciudad,  sino también sus parques, pueblos y comarcas;  cómo vivían, cómo habían vivido sus antecesores, de que vivían ellos ahora,  cómo era su entorno natural, y lo que era mas interesante, qué comían, de que se alimentaban estos habitantes del suroeste de la península ibérica. Para ello tomaron un primer acuerdo, cuando querían viajar y concretaron que querían hacerlo en el mes de marzo de 2017, cuando Valencia está en pleno apogeo fallero.
Empezaron por buscar  en google, (como se busca todo), primero buscaron un dios (menor) que dirigiese sus destinos, y a continuación buscaron un hada que les guiase, les orientase y les sacase de apuros en su periplo aventurero. Como siempre pasa en internet, encontraron infinidad de dioses y hadas, todos ellos cual mejor que ofrecía los mejores itinerarios, a los mejores precios y con fantásticas cualidades humanas para dirigir este grupo de personas desorientadas y ansiosas por conocer otros mundos.   Hete aquí que advirtieron una página que se denomina  “nave grande”, que en lengua vernácula significa NAU GRAN, Y pensaron que al tratarse de una nave y además ser grande, era lo ideal para cubrir su objetivo.
¿Qué hicieron?, quedaron el día 30 de noviembre todos en la puerta de la oficina, y para que no se les hiciera tarde, aunque la oficina abría a las 9:00, ellas (porque ellos siempre van un poco más tarde) se presentaron a las 06:00, cuando todavía estaba de noche, y esperaron y esperaron, hasta que llegó la hora de apertura de la oficina.  Se apuntaron para realizar el viaje de sus sueños y también para salir de Valencia en fechas tan destacadas. Se inscribieron en orden y fueron pagando el importe del viaje.
Para concretar el programa de las cosas que querían hacer, ver y comer durante esos días,  primero se encomendaron a su dios, para que les hiciese aterrizar en sus sueños, y él como buen conocedor de todos los mundos, perfiló los detalles de lo que era posible visitar y que otras cosas había que dejar para otra ocasión.  Y así se fue perfilando el programa  del martes  14,  día que empezaba su viaje y los siguientes. Acto seguido fueron en busca del hada que sería quien les llevara de la mano en este viaje, le dijeron el itinerario, su promesa de portarse bien como viajeros, ser puntuales y disfrutar. El día acordado y para que no se les hiciera tarde llegaron a la estación a las 07:30,    el tren salía a las 08.00 pero ya estaban allí , mucho antes de la hora de salida para prevenir posibles incidencias.

En el viaje de ida, para desentumecer sus fuertes y robustos músculos, un grupo de ellos, hicieron estiramientos desde sus asientos,  que sabiamente les dirigió la compañera Elvira. Llegaron a Sevilla, fin de esta primera etapa y en bus siguieron su periplo viajero hasta Huelva, su lugar de destino para estos 7 días.

Conforme les habían aconsejado, tanto su dios, como la hada, ese primer día como no podrían dormir la siesta, como manda su religión, les prepararon una  comida muy, muy ligera, así es que acabado de comer, se fueron de visita guiada por la ciudad de Huelva por sus colinas, pasando por el santuario mudéjar de la Virgen de la Cinta y después se trasladaron a Moguer, donde fueron  guiados, pasearon por la ciudad visitando el antiguo Monasterio de Santa Clara , de estilo gótico–mudéjar, donde estuvo Colón antes de su  gran periplo y realizó el llamado “Voto colombino”. Después la casa del  gran poeta que sería la  enseña durante el viaje, Juan Ramón Jiménez, premio nobel en 1956. Ya anocheciendo regresaron a Huelva y tras un  breve paseo se juntaron nuevamente para degustar la cena.

Todos los días en los desplazamientos  recibían unos consejos de Juan Ramón a Platero y retazos biográficos del poeta para culturizar. Hoy se dirigen a visitar  el museo minero, la casa modelo de las utilizadas por los ingleses en su periodo de explotación de las minas, en un barrio típicamente Victoriano. La mina Peña de Hierro, con su curioso lago y donde todos lucieron cascos de protección en variados colores. Viaje en el tren minero, para ver el rio Tinto de cerca. Tras el exquisito cocido, llegaron hasta Aracena, donde visitaron, no sin esfuerzo, la cueva Las Maravillas que resultó ser realmente una maravilla de la naturaleza con lagos, estalactitas y estalagmitas. Para acabar el día subieron  el castillo y la iglesia adyacente de Nuestra Señora del Mayor Dolor. 

Los viajeros, con lo previsores que fueron para todos los detalles, no pensaron que también tenían que cenar, que no solo hay que alimentar el espíritu viendo cosas bonitas, sino que también tiene que cenar, así que les tocó tirarse a la calle a proveerse de alimentos, bien crudos o cocinados con que saciar sus necesidades. Descansaron tan ricamente que el otro día madrugaron para salir a las 06:30 para el Parque Natural de Doñana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Llegaron con mucha antelación, como tienen costumbre este grupo de viajeros,  y a las 08:30, se pusieron en marcha los vehículos que les habrían de llevar a conocer el parque, primero a la zona de la playa, después a las dunas móviles, con sus corrales de pinos. Finalmente a las marismas y poblados abandonados. Es el espacio natural con mayor diversidad  de Europa, donde se encuentran mamíferos, reptiles y aves de numerosas especies.

Parada en la ermita de la Virgen de Rocío. Unos a verla y otros a degustar un fino o caña con gambas de la zona, a modo de aperitivo. Abundante fue la comida en el bodegón de Bollulos, gambas, chopitos, boquerones, y carne de cerdo a la parrilla, todo ello suficientemente regado con vinos. A las 16:30 estaban en la bonita población de Niebla, donde destaca la muralla, y las muchas puertas de herradura que tiene, bonita iglesia de la Virgen del Pino y el castillo con sus torreones. Este día sí que les da tiempo a pasear por la ciudad de Huelva, y comprar un pastel en Dioni y en tartería Las Alemanas, ver alguna exposición, algún monumento y tomar algunos pinchos en sus numerosos bares y restaurantes.


Otro día fue destinado a visitar el Monasterio de La Rábida, con parada en la estatua de Colón
mirando al horizonte, para dejar constancia de haber estado en aquel lugar, pasando por el estuario de los ríos Tinto y Odiel. Una vez en el monasterio realizan la visita con audioguía, y a comer en Punta Umbría abundante y exquisita y exquisitas coquinas. Ya de vuelta paseo por El Rompido y por Isla Cristina.

El sábado camino a tierras portuguesas, en Faro les espera el guía  que conduce sus pasos por la Catedral y el Museo de Los Rostros y calles comerciales, pasando a comer en restaurante Vila Adentro y exquisito Bacalao a Bras. Breve fue el paso por Tavira con su Iglesia de la Merced, gran Rio y Castillo.  De vuelta en Huelva un numeroso grupo hacen un paseo para ver la puesta de sol maravillosa desde la estructura de hierro que eran los muelles desde donde llegaba y salía el mineral hacia otros lugares.


El 19 de marzo el destino les lleva a Almonaster La Real, con subida a la mezquita. Todos quedan impresionados al ver esta pequeña maravilla tan desconocida por nosotros. Allí se  lleva a cabo una breve fiesta fallera como no podía ser menos en tan señalado día. En Cortegana el guía nos acompaña al Castillo, Iglesia  y cuenta la gran industria corcho-taponera de la zona. Desde allí a Jabugo, para la compra de manjares de cerdo ibérico.

Por la mañana del último día de periplo viajero, se dirigen en bus a Sevilla. Allí cada cual visita los lugares que más le interesaban o simplemente pasean hasta la salida del Ave que les lleva de regreso a Valencia. Las despedidas siempre son hasta el próximo viaje… Están contentos con los días pasados, tanto por lo que han visto y aprendido como los días pasados entre amigos.  Estos viajeros ya conocen, por anteriores encuentros, que cuando ellos viajan, el sol se come las nubes, y no llueve, desafiando así a las predicciones meteorológicas. Todo redondo .

(Texto y fotos de Manuel Frutos)

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