CINECLUB ASOCIACIÓN AMIGOS DE LA NAU GRAN. GRANDES DIRECTORES, GRANDES PELÍCULAS: El placer de Max Ophüls. 13, mayo, 2011.
El placer. Nacionalidad: Francesa, 1952. Dirección: Max Ophüls. Guión: Jacques Natanson y Max Ophüls sobre obras de Guy de Maupassant. Fotografía: Philippe Agostii y Christian Nateal Música: Joe Hajos. Intérpretes: Simone Simon, Daniel Gelin, Jean Gabin, Jean Servais, Pierre Brassen, Danielle Darrieux. Duración: 97 minutos.
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Antes de realizar cine en Hollywoodd, fuera ya de Alemania, Ophüls, realiza excelentes películas como La mujer de todos (1934), Suprema decisión (1940) o De Mayerling a Sarajevo (1940). Tardará, después de este título, siete años en volver a realizar una película ya que Hollywood (donde se ha trasladado) no parece interesarse por los delirios estéticos del director. El realizador Preston Sturges admirador de Amoríos no duda en avalarle. Gracias a él puede realizar La conquista de un reino (1947), un ameno, pero menor, filme de capa y espada. Será su segunda obra americana, Carta a una desconocidad (1948), la que explícita la grandeza del realizador alemán. Destaca también en esta etapa el fillme negro Almas desnudas (1949). En 1950 vuelve a Europa donde realizará cuatro maravillosas películas: La ronde (1950), El placer (1953); Madame D… (1954) y Lola Montes (1955), un filme, éste, revolucionario en la estética y en el montaje que fue remontado por los productores (entonces) para ofrecer una versión más asequible a los espectadores. Será su hijo, Marcel (prestigioso realizador, sobre todo, de documentales), quien posteriormente remontará el filme de acuerdo a la idea que tenía su padre. Es la copia que se repondrá años después y que actualmente se puede ver en la edición en DVD. La muerte le sobrevino al director al terminar de rodar Lola Montes. No pudo iniciar el rodaje que estaba preparando sobre la vida del pintor Modigiani, cuyo guión sería el punto de partida de Los amantes de Montparnasse (1958) de Jacques Becker.
El placer parte de tres relatos del escritor Guy de Maupassat y es un brillante filme centrado en la soledad, la perdida, el dolor, el amor…. Baile de sentimientos, de personajes que juegan a vivir en ambientes y formas distintas de existencia. Película inolvidable, brillante ejemplo para conocer y admirar lo que significa el cine maestro del director, dibujado siempre con precisa caligrafía. Su cámara inquiera, siempre en movimiento, es una marca personal, su clara firma. Movimientos nunca gratuitos sino integrados en la narración. Música, fotografía, interpretación se unen aquí para lograr una obra por encima del espacio y del tiempo. Basta recordar la filigrana (divertida) que es su (la más larga) historia central para admirar sin reservar el cine de Ophuls. Un filme imaginativo, delirante, barroco, bello. Posee esa fuerza que sólo los grandes maestros saben insuflar a las obras maestras o, como mínimo, cercanas a la perfección. Adolfo Bellido
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