14/2/14

AL AGUA. La playa en la pintura valenciana de 1900


El Centro Cultural Bancaja, desde el Gabinete Sorolla que inauguró el pasado año, presenta un proyecto pensado a partir de la obra de Sorolla Al agua (1908) que sirve como excusa para dar una mirada a una serie de pintores coetáneos que también incidieron desde sus obras en diversas y distintas representaciones de la playa. Joaquín Sorolla, Ignacio Pinazo, Cecilio Pla, José Mongrell, José Navarro, Enrique Martínez-Cubells y Ernesto Valls son los artistas aquí representados y en cuya obra el mar ha tenido una especial relevancia. 

 La muestra, que podrá visitarse hasta el 7 de junio, reúne 35 obras de pintores valencianos producidas entre finales del siglo XIX y principios del XX, que tienen como hilo conductor la presencia del mar y los bañistas en la pintura valenciana de ese periodo. La mayoría son de pequeño formato, un tamaño que permitía a los pintores transportarlas fácilmente y treinta son inéditas ya que pertenecen a colecciones privadas. Todas tienen en común, además del tema, el haber sido pintadas al aire libre y su aproximación al impresionismo. Las obras pertenecen a la propia Fundación Bancaja, a la Casa Museo Pinazo de Godella y a diversas colecciones privadas. 


Como los comisarios de la exposición, Pérez Rojas y José Luis Alcaide, recuerdan en el pequeño catalogo editado, Pinazo fue el pionero de este acercamiento a la playa como motivo de inspiración y desde sus estampas, casi siempre de pequeño formato, supo captar en directo y no desde una fotografía o el taller, todos los aspectos que atañen a la esencia del paisaje marino y la playa, tradición que más tarde desarrollarían Sorolla y otros artistas de su generación. En la exposición se puede disfrutar de algunas de ellas, entre las que están Playa con coche de caballos (1876), La tartana (1880), Bañistas (1889), Playa con barcas y bañistas, Mujeres bañándose (1898), Playa del Grao (1890) o Rebaño en la playa. 


Sorolla amplió el tamaño de los lienzos, aunque también practicó el pequeño formato, e internacionalizó con sus trabajos los escenarios de la playa valenciana: sus barcas de pesca, los niños desnudos al sol o los paseos por la playa de la sociedad de la época. “El estímulo de la obra de Blasco Ibáñez le llevó a recuperar desde una perspectiva más contemporánea un interés latente por el mundo del mar y desarrolló el asunto marinero entronizándolo como un nuevo género”. Aquí podemos admirar junto Al agua (1908), Playa de Biarritz (1906), Figuras sentadas en la playa de San Sebastián (1917), Casetas en la playa (1906) o En las rocas del faro de Biarritz.



 José Navarro, amigo y vecino de Pinazo, con quien comparte el gusto por el formato reducido, tampoco es ajeno al luminismo de Sorolla, pero se sintió más atraído por las infraestructuras de ese entorno, como las casetas con ruedas o los merenderos ‘vora mar’, de él se exponen Escena de puerto y Regreso de la pesca. 

 Por otro lado, Cecilio Pla, desde una paleta y un estilo muy personal, captó perfectamente el ambiente de los veranos en la playa de Las Arenas, mostrando los distintos rincones del balneario, el devenir de la vida burguesa a la orilla del mar, con sus sillones, sombrillas, y personajes a la moda. 

José Mongrell es un “sorollista” que pinta con insistencia temas análogos a los de su maestro, como se puede apreciar en Niño secándose, pero que se enlazan al mismo tiempo con una evocación más clásica. 

Enrique Martínez-Cubells, pinta con acento propio y menos luminoso, aunque este no es el caso de la obra expuesta Madre con niños en la playa. 

De Ernesto Valls, un pintor casi desconocido discípulo de Sorolla que se estableció en Argentina, podemos ver Madre con niña en la playa, que refleja la influencia de su maestro. 

El recorrido por la sala permite apreciar las influencias mutuas entre estos artistas que destacan por captar la esencia del mar, aunque por supuesto ninguno de ellos redujo su obra a estos temas, y ser un referente de la pintura valenciana de fin de siglo. 

Manuela García

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