18/11/17

Sierra de Irta






Un verdadero lujo efectuar una ruta como esta. La combinación de Montaña y Mar, en un Parque Natural, como es la Sierra de Irta, hace que tengamos de esta excursión un recuerdo inolvidable.

El pasado sábado día 11, iniciamos nuestro recorrido desde Santa Magdalena de Pulpis. Dejando el pueblo atrás a través de una carretera asfaltada, y siguiendo las indicaciones nos encaminamos a través de un sendero corto pero con una pendiente un poco fuerte al Castillo del mismo nombre.



Se trata de un castillo de origen musulmán (siglo XI-XII) que fue conquistado por Jaime I en 1233 a raíz de la conquista de Peñiscola. Mas tarde paso a manos de la Orden del Temple, y tras su disolución paso a manos de la Orden de Montesa. Castillo que se encuentra e un estado de ruina progresiva.

Una vez visitado, seguimos a través de una pista que nos lleva a un collado desde donde observamos el mar, las islas Columbretes, Peñiscola, etc. Seguimos por dicha pista y llegamos a la Mallada de la Rabosa.





Dejamos la pista y a través de un sendero, nos dirigimos al Coll de la Palma donde aprovechamos para descansar, tomar agua y comer un poco. Seguimos la marcha y pasamos junto  al desvío al pico Campanilles. Ya a lo lejos podemos observar el castillo de Alcalá de Xivert, pero todavía quedan unos kilómetros para llegar.




Poco a poco se hace la hora de comer, cosa que hacemos aprovechando una sombras en el camino. Seguimos la ruta por unos bellos bosques de pinos, cipreses, enebros, etc. y por fin nos encontramos con el bello castillo de Alcalá de Xivert.




Se trata de una fortificación musulmana de los siglos X y XI ampliamente reformada posteriormente en el siglo XIII. Fue conquistado por la orden del Temple en 1234. Tras la desaparición de la orden del Temple el castillo y su aljama pasaron a depender de la orden de Montesa. Durante el siglo XVI, la fortaleza perdió toda su importancia militar. Gracias a los procesos de recuperación arqueológica llevados a cabo durante este siglo, se va manteniendo y evitando su ruina.


Una vez visitado, procedemos a descender hasta el pueblo de Alcalá de Xivert, donde nos espera el autobús. Una excursión muy bonita con unas vistas espectaculares, que tardara tiempo en que la podamos olvidar.
(Texto e imágenes de Toni Guillemes)

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