El día 29 de marzo, salimos a las 8 horas desde
la Facultad de Geografía e Historia, acompañados por el guía José Manuel Talens,
con destino a la localidad de Moixent, con un tiempo algo frio y
desapacible.
Con mucha ilusión llegamos al pueblo y después de
cargar pilas con un buen café (bocata),
comenzamos ha caminar por el Barranc de Vahillo, una pequeña ruta circular y
rica en vegetación, donde JoséManuel nos iba explicando todas las especies
botánicas del camino, al final de este pequeño recorrido nos tomamos el bocata
reparador, y continuamos hasta llegar
al bus, que nos condujo al poblado ibero de La Bastida.
En la Bastida nos esperaba el guía del yacimiento para explicarnos toda la historia
y leyendas del poblado y que a pesar del mal tiempo fue preciosa la visita y
muy interesante, lástima que la nubosidad nos impidió ver el fantástico paisaje
que se divisa desde el poblado, pero aun
así, las fotos con las nubes han resultado sensacionales.
Tras las fotos pertinentes y sin perder un minuto, salimos
a visitar la bodega del “Celler del Roure” a donde después de muchas
explicaciones, visita de la bodega nueva. Asi como de la antigua bodega del xvii
excavada en el subsuelo, con grandes tinajas de barro enterradas, pudimos
degustar y comprar un vino de excelente calidad.
LLegó la hora de la comida, una parte muy
importante de la excursión y donde el restaurante Bon Aire nos deleitó con el
plato tipico moixentí (gazpacho amb pebrella) una especialidad de
la casa, exquisito para el paladar y que Maruja la cocinera lo borda. Luego en
la sobremesa, José Manuel leyó unos versos del poeta local d. Gabriel Vila,
ensalzando la importancia de comer unos
gazpachos en moixent.
Para finalizar nuestra visita en este hermoso pueblo José Manuel nos preparó una visita guiada y teatralizada denominada “moixent medieval” por el casco antiguo de la población, montaje que representan cada sábado de final de mes por la tarde, con la finalidad de promover turísticamente el pueblo, y en el que cuentan con diez músicos y seis actores locales, donde disfrutamos del paseo bailando al ritmo de la música con gran alegría. la visita termina con un audiovisual de la leyenda local “l’escala de la doncella”·
Sobre las 7 de la tarde y después de pasar un día muy
completo por las numerosas actividades programadas y a pesar del tiempo que
amenazaba lluvia, corriendo a coger el autobús, para cumplir horarios, nos despedimos esperando tener la
oportunidad de volver muy pronto.
Gracias por las atenciones, las explicaciones y
por las botellas de vino (cullerot y parotet) obsequio bodegas Celler del Roure, que se sortearon al final de toda
la actividad.
Una excursión de sobresaliente, y
aprovechamos la oportunidad para darle las gracias a José Manuel Talens
por este día tan agradable que nos preparó. Excursión organizada íntegramente,
sin mediar agencia de viajes alguna, por nuestra asociación y que no hubiera
sido posible sin la colaboración altruista de nuestro guía.
(Texto de Concha Ortega, fotografías de Teresa Dasca, Concha Ortega y Olga Catalá)
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